Algo incrédulo me marcho a otro lugar, donde desayuno la ya típica tostada con aceite y sobrasada, un zumo y un té.
Listo para lo que se pueda presentar inicio mi particular cruzada. Es sábado y se nota un poco el movimiento de la gente, pero tampoco son muchos a los que saludare hoy.
Hoy es mi octavo día de viaje, el pedalear ya no es un acontecimiento espectacular lleno de emociones, ya no. Incluso hoy noto molestias en los glúteos, imagino que debo tener las carnes aplastadas de la presión, no olvidemos que soy ciclista de fin de semana.
Quiero decir con esto que nadie imagine que lo bonito es hacer kilómetros y más kilómetros, hasta de comer ostras se harta uno, todo en su medida justa.
Debo llevar cerca de 800km y estoy en esa fase plana de viaje donde ya no importa que viene por delante, me dejo llevar un poco por la suerte, por la intuición mientras mis piernas castigadas obedecen, puede parecer que estoy desanimado, pero al contrario, este es el momento que necesitaba, es ahora cuando me siento libre.
Sin darme cuenta con el tiempo he ido adquiriendo amuletos que me acompañan, el primero es el maillot que hicimos para nuestro primer viaje, la Transpirenaica, El segundo es mi concha de Madagascar, esta me transporta a los días tan genuinos que pasamos en esa isla. Y la última incorporación es un colgante de la virgen de los milagros, me la regaló mi tia con tanta emoción cuando inicie este viaje, que le voy a permitir que se añada a club, aunque me declaro ateo, esta virgen me transportara al momento que vivo ahora y ha toda esa parte de sangre que tengo en el sur.
Ahora las etapas me dirigen al litoral, espero que me sorprenda, acostumbro a no estar muy de acuerdo con las actuaciones del ser humano con la costa.
Las cuentas
Bocata queso+2 Sin 4,5€ Aroche
Pilas GPS 0,95€
Hostal 28€
Cena, desayuno y almuerzo, 14,95€ (súper)
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Ojito con lo que ponéis...