Recién inaugurada y asediada por todos los adictos a las novedades y a las vías ferratas. Una vez mas se confirma que somos muchos en la montaña. Muchos fueron los minutos que pasamos bajo un injusto sol de octubre.
La vía es corta y de vuelo rasante, en ningún momento nos alejaremos del suelo y los irritantes destrepes son inevitables, sin embargo el sector de la cueva es original y diferente, un recorrido simpático por una diaclasa te sumerge en un estado mas contemplativo.
Pocas vías y muchos esfuerzos para escalar grados de dificultad tan asequible que en esta ocasión tampoco podré llamar a nadie para explicar mis logros, je! je!
Pero tampoco nos vamos con las manos vacías, hemos pasado un día largo en el monte disfrutando de la compañía y la roca, que mas se puede pedir.
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| Asombrada esta la cabra de ver tanto dominguero!!! |
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| Diedros, esa cosa que a pocos les gustan... |
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Ojito con lo que ponéis...