17 de octubre de 2013

Esperò Magic, Prenyada

Si en el anterior intento mi codo se negaba a trabajar, en esta ocasión ha sido prácticamente inviable unir cabeza, físico y gravedad, esta pócima mágica que convierte un día de escalada en algo tan especial, para lo bueno o para lo malo la montaña te devuelve al sitio que perteneces, no vale maquillar las sensaciones, si no lo sientes no subes.çPues esto es lo que me ha sucedido a mi hoy, no siento las ganas de desafiar a la gravedad, mi dedos son incapaces de cogerse a la roca y mis pies parecen querer encogerse, el desequilibrio de emociones no me deja ver la aventura que me regala esta pared.
Ella seguirá aquí, esperará y verá como otras cordadas se sumergen en su laberinto de sensaciones, hoy se apiada de mi y anima a mi colega Robert a sentirse mas libre.
Es difícil explicar que sensaciones nos llevan a buscar aventura, pero peor es es saber por que reculamos ante ella, es fácil llamarlo miedo, pero esto no define suficientemente bien lo que siento.




Cara y cruz! o mejor dicho, cruz y cara según orden de la imagen.

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