18 de noviembre de 2012

Orrienca

Esta es una vision particular de esta cursa de btt.
Para empezar tengo que decir que quien madruga llega demasiado temprano y se encuentra todo por montar.
Dan la salida puntualmente mientras minutos antes algunos participantes no muy madrugadores se sacan excusas poco inteligentes para ganar unos puestos, diciendo cosas como; "perdona tengo un colega más adelante" y digo yo, que coño me importa a mi! Que vas a correr cogido de la manita o que! pero en fin, odio que me tomen por tonto, y mas cuando sabes que mas adelante te estará cerrando el
paso...


Por no se qué motivo, tengo la corazonada de que hoy las cosas no van a ir muy bien, la primera cosa que no funcionaban eran mis piernas, je! Je! La segunda el freno delantero estaba de vacaciones, la tercera, un imbécil que no ha parado de gritar como una diabética acelerada durante mas de 5 minutos en mi cogote, no podía ni concentrarme, y con el que he tenido que discutir por que el muchacho viene a divertirse a su manera y yo tengo que tolerarlo sin decir nada, que el nene es muy sensible y se ofende, si en ese momento se como se producirá el desenlace de la carrera, os prometo que paro la bicicleta y le parto las piernas, con que clase de payasos hay que compartir el mundo, eso si, el error es mío por ir a carreras donde la gente consume mucha cafeína, porque de otro modo no entiendo el histerismo del colega.
Cuarta y casi última, la rotura de la cadena, para colmo deje el tronchacadenas anoche en casa.
En este momento deje de defender la plaza para idear un planning de retirada hacia casa, hasta que Marc me presto su tronchacadenas. Que aún no sé si agradecerle el favor, creo que hubiese sido mejor no haberle visto, en fin! reparo y continuo sin demasiada motivación.

La última broma para redondear el día a sido la gran caída, una bajada muy pronunciada me ha engañado, y esa valentía inconsciente que a veces me supera me ha impedido ser prudente y tirarme trialera abajo, total, que a 15 km de meta un agujero se ha cruzado en mi camino, no he podido frenar y he saltado por los aires, voltereta sobre mis maltratadas vértebras, y cuando todo parece controlado un eclipse borra mi visión con un tremendo golpe en mi ceja. Retumban todos esos espacios vacíos que hay en mi cabeza, si esos donde la gente guarda las cosas que no quieres que se te olviden, ya sabéis,  la carrera de económicas, la lista de la compra, el nombre de la primera novia, etc...etc...
El trompazo ha sido espectacular y la sangre brota manchando y dando un toque épico a la situación, me aparto para no ser atropellado, pero joder, frenar un poco! que en una mano llevo la bicicleta y en la otra el cráneo.
Con la poca ayuda que podían ofrecer en el avituallamiento, empiezo a entender que la única opción para solucionar mi situación pasa por llegar a meta por mis propios pedales.





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