Este puente a estado marcado por el mal tiempo, que lejos de mantener una actitud fanática, nos hemos refujiado en nuestras furgonetas, alimentando el paso del las horas con cafés con leche, galletas y filosofía.
Para colmo nuestro buen amigo Robert, fue derrotado por algún virus de no sabemos que familia, pero que fue capaz de obligar a los 19200 mm de estatura a permanecer horizontalmente entre sudores y pesadillas toda la noche. No sin antes encaramarse por la ferrata de Roca Blanca, esta cortita ferrata surca de una forma casi intrusa la pared delimitando los diferentes sectores de escalada.
Roca Blanca
Los cazadores presumen de ser los primeros en amar la naturaleza.
El domingo amaneció Robert vivo y el día nublado y frío. Remolones nos dirigimos sin prisas dirección Mas de Barberans con la intención de realizar el descenso de barranc de Cova Pintada pero con las lluvias recién caídas consideramos la posibilidad de encontrarnos con algunas marmitas llenas, ante la duda mejor un café caliente.
No nos marchamos sin ver la parte final, que no nos dejo indiferentes y con ganas de volver para merecernos el respeto de este lugar.
Cova Pintada
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Ojito con lo que ponéis...